El texto nos sumerge
en las cálidas plumas de una mamá pata y sus cinco hijitos patitos: Chapucina, Chapucín,
Chapuzona, Chapuzón y Cuaquito. La noche se posa y ya es hora de dormir para
estos tiernos patitos. A la mención de las: “¡Buenas Noches, patitos!” los
patitos se acurrucan cerca de la madre, pero la noche juguetona alarma a los
patitos mostrándole destellos extraños, ruidos extraños, una sombra meciéndose,
susurros y oscuridad. Ha medida que pasa la trama la curiosidad y el susto
de los patitos se van esfumando en cuanto la mamá pata le va diciendo qué es lo que verdaderamente sucede: los destellos son luciérnagas, los ruidos extraños
es el ulular de un búho, la sombra meciéndose es un árbol, los susurros son los
Juncos y por último… el porqué la oscuridad es tan oscura. Contestación que
quedó impregnada en la mente de Cuaquito, el último en dormirse: “es para que la luz de las estrellas brille en
la oscuridad.”
Actividades:
Actividades:
1. ¿Qué se encuentra en la oscuridad?
Los niños elaborarán un dibujo sobre qué encontrarían
en una noche. Utilizarán marcadores y lápices de colores. Luego los niños conversarán
sobre sus dibujos.
2. Luciérnagas al rescate.
En el piso habrá una tela negra larga donde se pondrán luciérnagas artificiales y con imanes. Cada niño tendrá un hilo cuya punta tendrá otro imán para atrapar las luciérnagas, pero, antes tendrán
que contar su parte favorita del cuento.
3. ¡A crear!
Los niños harán un mosaico con materiales reciclajes sobre las distintas cosas que vieron y oyeron los cinco patitos (luciérnagas, búho, árbol, juncos, estrellas y oscuridad).
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