La viejecita que no le tenía miedo a nada fue escrito por Linda Williams e ilustrado por Megan Lloyd.
Este libro relata la historia de una viejecita que no le tenía miedo a nada, pero una noche que salió al bosque en busca de semillas escuchó unos ruidos muy raros. Comenzó escuchando un par de zapatos que hacían “pom, pom, pom” y la perseguían. Ella dijo no les tengo miedo, pero decidió regresar a su casa. Los zapatos seguían detrás de ella, luego se le añadieron diferentes piezas de ropa. Cada una hacía un ruido muy particular y terrorífico. Entonces la viejecita apresuró su paso y se encerró en su casa. Estando ya tranquila en su casa escuchó que llamaban a la puerta. Abrió y encontró todos los objetos que la perseguían; todos haciendo ruidos para asustarla. La viejecita los miró y les dijo “no les tengo miedo”. Entonces los objetos se pusieron muy tristes y dijeron: “ahora qué va a ser de nosotros si no podemos asustarla”. La viejecita pensó por un momento y dijo: “tengo una idea”. Al día siguiente todos los objetos estaban en el jardín en forma de espantapájaros asustando a los changos.
Actividades:
Una buena actividad es que los niños divididos en pequeños grupos traigan de sus hogares diferentes piezas de ropa y objetos para crear espantapájaros para el salón. Como parte de esta actividad los estudiantes deberán hacer una investigación sobre los espantapájaros. ¿Cuál es su función y cómo estos ayudan en la agricultura? Deberán exponer su investigación en una cartulina al lado de su espantapájaros.
Los niños podrían crear un móvil con todos los objetos y piezas de ropa que salen en la historia. El móvil podría utilizarse para decorar el salón o para que los niños estudian palabras de
vocabulario.
Otra actividad que se podría hacer es que los niños realicen un mural donde a través de un dibujo o de forma escrita los niños expongan sus miedos. Luego los niños podrán observar esos miedos y crear otro mural pero esta vez expondrán como ellos lucharían y solucionarían uno de los miedos de sus compañeros. A través de esta actividad los estudiantes tendrán la oportunidad de expresarse y ayudarse entre ellos mismos a solucionar sus miedos.
Los niños podrían crear un móvil con todos los objetos y piezas de ropa que salen en la historia. El móvil podría utilizarse para decorar el salón o para que los niños estudian palabras de
vocabulario.
Otra actividad que se podría hacer es que los niños realicen un mural donde a través de un dibujo o de forma escrita los niños expongan sus miedos. Luego los niños podrán observar esos miedos y crear otro mural pero esta vez expondrán como ellos lucharían y solucionarían uno de los miedos de sus compañeros. A través de esta actividad los estudiantes tendrán la oportunidad de expresarse y ayudarse entre ellos mismos a solucionar sus miedos.
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