Lautaro tenía una hermana llamada Magalí. La niña
admiraba mucho a su hermano y siempre estaban juntos. Luego de los niños salir
de la escuela, algunos días, su abuelo Yaco pasaba por ellos para ir a la plaza
a volar un cometa. Un día, el abuelo fue a buscar a los niños a la casa. Mientras
los niños se preparaban para ir a la plaza, su mamá tomaba café junto al
abuelo. De repente se le cayó la taza de café al abuelo produciendo un fuerte
sonido: “tac”. El abuelo había fallecido de un ataque al
corazón. Lautaro extrañaba mucho a su abuelo y en su cabeza retumbaba el “tic-tac”.
Lautaro relacionó el “tac” del reloj con la partida de su abuelo. El niño
pensaba que el corazón era como un reloj y que para que no dejara de funcionar tenían
que cambiarle las baterías. Desde entonces, se pregunto cómo funcionaba el corazón
de la gente que él quería y sacó varios retratos de su familia y de sus
abuelos, comparando así el corazón de cada uno de ellos con el reloj, y que el
reloj funcionaba dependiendo la personalidad de cada uno.
Actividades:
1. ¡Compartiendo con mi abuelo! Los niños dibujarán una escena de alguna actividad que frecuentan hacer con sus abuelos y
explicarán al grupo lo que acostumbran hacer.
2. ¡Mi árbol genealógico! Los niños traerán a clase fotos de los
diferentes miembros de su familia. Crearán su propio árbol genealógico
comenzando desde ambos abuelos hasta terminando en él y/o sus hermanos (as).
3. ¡A volar el cometa! Los niños visitarán un espacio amplio
donde podrán volar un cometa. Harán la invitación a uno de sus abuelos para que
sean partícipe y compartan de un hermoso día con sus nietos. Luego, al final
del día los niños le entregarán una carta, redactada por ellos mismos, a los abuelos
agradeciendo todo lo que han hecho por ellos y por amarlos.
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