Matías es un niño que le gusta dibujar. Tiene un lápiz nuevo y comienza a hacerlo. Después de varios dibujos, finalmente hace uno que le gusta. Sus amigos ven los dibujos y cada uno tiene su forma de interpretarlos. Matías trata de explicar que el mejor dibujo es el último, pero no lo consigue. Sus amigos relacionan los dibujos con experiencias de su entorno. Al final, Matías entiende que cada dibujo puede interpretarse de muchas formas.
Actividades:
1. ¡A dibujar!: Los niños deberán hacer un dibujo. En grupos pequeños deben presentar sus dibujos y cada integrante deberá decir qué ve. Al final, cuando cada integrante exponga su punto de vista, el autor del dibujo compartirá con el resto su opinión.
2. Vamos a contar la historia: Se formarán varios grupos. Cada grupo deberá crear marionetas de los personajes que aparecen en el cuento. Contarán la historia al resto de la clase con las marionetas creadas.
3.¡Vamos a adivinar!: Esta actividad será realizada con toda la clase. Se escoge un niño(a) de la clase. El maestro(a) le muestra al niño(a) una palabra. Después de leerla, deberá hacer un dibujo que represente esa palabra y el resto del grupo deberá adivinar la palabra. El niño(a) que está en la pizarra no podrá hablar.
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