Esta pieza literaria narra la historia de sobrevivencia de un joven y su gato ante la pobreza. El protagonista vivía con su gato que siempre era muy desobediente. Una noche en que tenían hambre, intentó decirle que no bebiera la última gota del brillo de la luna, pero su gato desobediente se la bebió. Llegaron a su casa los vecinos reclamando, porque querían la luna llena de vuelta. Estos añadieron varios elementos para devolver el brillo de la luna. El joven, con brocha y pintura, fue pintando hasta devolverle todo su color. Desde entonces no pasan hambre y le llaman pintor de lunas. ¡Y todo por culpa de su gato!
Actividades:
1: ¡Hora de redactar! En esta actividad los estudiantes van a analizar las siguientes oraciones del texto:
- La pinté por primera vez hace mucho tiempo. Cuando éramos pobres y no existían las paredes.
- Pero os voy a contar un secreto: desde entonces, mi gato ya no tiene hambre. Y yo tampoco. Porque siempre que sube a la luna, me guarda un trocito.
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