Este cuento narra la historia de una pareja de abuelitos que van aceptando el que han envejecido y su cuerpo está lleno de arrugas, pero no importando el físico, el amor les permite ver la belleza de cada uno. El abuelo Manuel, al inicio del cuento, se enteró que en el pueblo harían una fiesta. El le pide a la abuela Manuela que fueran a bailar juntos y le regala una margarita. Manuela le decía que ella no iría a la fiesta. El abuelo con piropos y con la flor le decía que era hermosa. Manuela, al mirarse al espejo, le dijo que era fea porque tenía miles de defectos, porque había envejecido. Manuel la escuchaba y le respondía: "
¡No digas eso, mujer! Tu eres bonita como el sol con tus ojos tristes como las estrellas de la noche..." Y así le iba mencionando otras cualidades según lo que ella le decía. En un momento dado, Manuela miró al abuelito y descubió que Manuel estaba igual que ella y con una margarita en la mano le dijo: "
¡Manuel, eres tan bonito como la luna! Esta frase es la última que está en el libro, pero luego de esto se presentan ilustraciones que permiten que el estudiante pueda ver si la pareja fue al baile.
Herras, C. (2002).
Abuelos. Portugal: Kalandraka Editora, libros para soñar.
Actividades:
Una carta a un anciano o abuelo
Los estudiantes le escribirán una carta a uno de sus abuelos o algún anciano que conozcan. Escribirán el porqué los aprecian y admiran.
Las margaritas que aparecen en el cuento
Los estudiantes observarán una margarita marchita y conversarán acerca de cómo y porqué se marchitó. Luego, escribirán por qué el autor incluye en el cuento dos margaritas.
Un piropo o un chiste de un anciano
Los estudiantes investigarán con uno de sus abuelos o un anciano conocido algún piropo, chiste o historia graciosa de su vida. Cada uno presentará su investigación en el salón.
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