Un niño llamado Eugenio está caminando por el pasillo cuando de repente, se da cuenta que un monstruo lo persigue. Pero el no le tiene miedo porque se le hace conocido. El monstruo intenta cogerlo pero no puede porque Eugenio es más rápido y sigue persiguiéndolo hasta que por fin lo agarra. Cuando Eugenio intenta escaparse de sus brazos no puede. El monstruo lo lleva a un cuarto lleno de vapor y lo comienza a cocinar. Eugenio trata de zafarse, pero no puede y el monstruo solo se ríe. Cuando lo saca de la olla, le da una pijama y lo abraza. Resulta ser que ese monstruo que le era conocido era su papá quién lo estaba bañando y preparando para dormir.
Actividades:
1. Temores: Se tendrá una discusión previa de que son los temores. Luego todos los estudiantes tendrán la oportunidad de hablar sobre sus temores y por qué los tienen o cómo surgieron. Luego dibujarán sus temores pero de forma graciosa para que ellos vean que los miedos se pueden sobrepasar. Ejemplo: si alguien le tiene miedo a los tiburones puede dibujar uno sin dientes o pintado como payaso. Luego estos se expondrán en el salón.
2. Un monstruo nuevo: En grupos pequeños (4-5 niños) los estudiantes crearán un monstruo en papel de estraza (este debe ser bastante grande como para hacer la silueta de uno de los niños) utilizando diferentes materiales como papel de construcción, plumas, creyones, pintura, hilo o lana, etc. Después le pondrán un nombre y se expondrán en el salón de clases.
3. Carta a Papá: Los estudiantes escribirán una carta a su figura paterna (papá, tío, abuelo, hermano o etc.). En ella expresarán lo que siente por esta persona y por qué es importante en su vida. Al finalizar, la meterán en un sobre y se la enviarán a quien se la escribieron.
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